No me considero mejor que otros (en todo caso, eso deben decirlo los demás, no yo), pero sí una persona seria, versátil y con una alta capacidad para aprender, adaptarse, etc. Prueba de ello es mi formación y mi experiencia profesional, desde trabajos en los que lo intelectual es lo determinante hasta empleos en los que lo más importante es saber organizarse, trabajar duro. Además, al tomarme muy en serio mi trabajo (y la mayor parte de las cosas importantes de mi vida), me considero disciplinado, pero flexible, pues sin la flexibilidad uno no puede adaptarse a las necesidades cambiantes de una sociedad tan compleja como la nuestra.