La fotografía inmobiliaria y de gastronomía me permite afrontar en cada proyecto los desafíos técnicos que más me motivan para sacar imágenes que entren por los ojos. Mi objetivo es no sólo contentar a mi cliente, sino pensar en sus propios clientes, o meros espectadores, seducirlos para que deseen vivir en esas casas o comer esos platos. En el caso de los reportajes familiares la inmersión discreta en su mundo emocional me permite capatr instantes que suelen pasar despercibidos y que luego conforman una historia sinificativa y que va a perdurar en el tiempo.