Me llamo Mónica Miki, soy de madre japonesa y de padre español, por lo que desde pequeña soy como una esponja para los idiomas, empezando por el español y el japonés.
Desde que terminé la carrera de Traducción e Interpretación en 2012, he trabajado en el sector turístico en París, por lo que no me he dedicado enteramente a la traducción, aunque he realizado traducciones (e incluso interpretaciones de enlace japonés-francés) durante todos estos años.
¿Qué hago con mi vida?
En la actualidad, ya de vuelta en España, mi intención y deseo es dedicarme a la traducción como actividad profesional principal, mientras continúo aprendiendo nuevos idiomas y formándome en otros ámbitos que me apasionan.
Así pues, soy una joven traductora con más motivación que experiencia pero dispuesta a dar lo mejor de sí, e incluso más. Confío en que hay clientes que valoran esto y comprenden que hasta el más experimentado de los profesionales ha empezado alguna vez desde cero.
Yoroshiku onegaishimasu!