Enfrentándose al dilema: elegir entre una agencia o un autónomo
¿Tu equipo de marketing necesita un poco de ayuda? Es una situación muy corriente en la actualidad. En palabras de Melissa Bohlsen, consultora freelance de marketing B2B, «el marketing se ha vuelto mucho más complejo ahora que hace 10 años». Así que, por una cosa o por otra, lo normal es que tu equipo acabe necesitando reforzarse con algo de talento adicional en ciertos momentos.
¿Deberías recurrir a una agencia o a un profesional freelance? ¿Cómo puedes saber qué proveedor de servicios es mejor para tu proyecto? La respuesta es que… ¡depende! Varía según distintos factores o criterios. A veces una agencia es claramente la opción apropiada para tu proyecto de marketing. En otras ocasiones, el recurso freelance es sin duda la solución perfecta.
Agencia vs. freelancer: los criterios de selección clave
Para que tomes una decisión informada, en Malt hemos elaborado una serie de criterios de selección clave al elegir entre una agencia o un experto freelance para tu proyecto de marketing. El objetivo es, por supuesto, alcanzar una colaboración eficaz que resuelva tus necesidades específicas.
1. Presupuesto
¿El presupuesto es un factor determinante en tu proyecto de marketing? Los profesionales freelance suelen cobrar menos que las agencias de publicidad, porque tienen menos costes de personal. El freelancing es una opción más austera. Además, los autónomos a menudo están dispuestos a negociar sus tarifas para ajustarse a tu capacidad económica. Si tu presupuesto es grande (y también lo es tu ámbito de alcance), una agencia puede ser la elección adecuada. Las que tienen buena reputación aportan mucho valor de marca.
2. Escala, alcance y tiempos
¿Cómo de grande y diverso es tu proyecto? ¿Tienes los recursos internos (plantilla suficiente) necesarios para la misión? ¿En qué tiempos debes sacarlo adelante? Un experto freelance puede que no sea capaz de entregar un proyecto grande tan rápido como necesites. Una agencia (gracias a que dispone de un sólido equipo propio) se suele desenvolver mejor cuando los tiempos son ajustados. A pesar de ello, podría darse que las agencias no alcanzasen a llevar tu proyecto en los plazos que requirieras. En ese caso, la opción freelance sería la mejor.
3. Flexibilidad, disponibilidad y servicios personalizados
Valora el nivel de acceso directo y servicio personalizado que necesitas para tu proyecto. Por ejemplo, cuando trabajas con un freelancer de Malt, el trato es cara a cara. Te ahorras la burocracia y el recorrido previo por la cadena de mando. De todas formas, los profesionales freelance también necesitan organizar su tiempo. A pesar de trabajar fuera de una estructura empresarial tradicional, no están disponibles 24/7. Además, pueden no contar con nadie que les sustituya en caso de enfermedad o si se dan unas circunstancias extenuantes. Piensa en qué tipo de flexibilidad necesitas y valora si te la puede proporcionar mejor una agencia o un autónomo.
4. Nicho vs. experiencia versátil
¿Tu proyecto requiere unas habilidades específicas? ¿O buscas un servicio más genérico? Responder a estas preguntas te puede dirigir hacia un experto freelance (para un nicho de especialización) o hacia una agencia (para contar con una solución que lo abarque todo). Generalmente, los autónomos pueden ayudar en proyectos más específicos y delimitados. Las agencias son capaces de encargarse de un abanico más amplio de proyectos. O de aquellos que tengan un mayor alcance, cubriendo aspectos como la estrategia o el project management.
Las ventajas y desventajas de contratar a una agencia
Lo bueno de trabajar con una agencia —especialmente una con buena reputación— incluye el valor de su marca y su vasto rango de conocimiento y experiencia. Una agencia pone a tu disposición varios equipos y competencias que te ayudarán a encarar tu proyecto desde múltiples ángulos. Lo normal es que una agencia cuente con más herramientas y recursos. Habitualmente, aporta un project manager que ayuda a ejecutar la misión.
Las desventajas de trabajar con una agencia son sus costes más elevados y sus procesos y estructuras más jerarquizadas. Contratas a una agencia como un todo, no necesariamente al talento específico que tiene en plantilla. En el sistema de una agencia, los profesionales más experimentados trabajan para las cuentas más importantes o prestigiosas. Las agencias trabajan con una cartera de clientes y puede que su disponibilidad para ti tenga restricciones. Límites que dependerán del contrato y del ámbito que abarque el trabajo que acordéis.
Ventajas y desventajas de contratar a un experto freelance
Contratar a un profesional freelance significa pagar solo por los servicios de marketing acordados. Como hemos dicho más arriba, ser freelance supone operar de forma más austera que una agencia. Al tener menos gastos operativos, los autónomos no cobran tanto como las agencias. Por otro lado, cuando contratas a un experto freelance sabes con quién vas a trabajar. En un equipo de uno, no te van a asignar al profesional menos experimentado. Además, los autónomos suelen ser algo más flexibles que las agencias y trabajan a menudo fuera de la estructura horaria habitual.
Pero, ojo, los profesionales freelance son seres humanos y no están disponibles 24/7. Contratar a un experto freelance supone contratar a una persona para un proyecto específico. Y esta persona probablemente esté manejando varios trabajos, para otros, a la vez que el tuyo.
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