En el vertiginoso mundo del diseño gráfico y digital, la historia de Bea Carballo es un claro ejemplo de cómo una pasión por el diseño puede evolucionar en una exitosa carrera empresarial. Bea, diseñadora gráfica freelance, ha logrado convertirse en una referencia en el mundo digital, pasando de ser una freelance en Malt a fundar su propio estudio que actualmente cuenta con más de diez personas.
Sus comienzos
Su viaje comenzó con nosotros. Fue aquí donde su talento y dedicación se destacaron, acumulando múltiples reseñas positivas que llamaron la atención de potenciales clientes y colaboradores. Con el impulso que obtuvo en Malt, Bea dio el salto para establecer su propio estudio de diseño digital.
La transición de diseñadora a empresaria no fue fácil, pero Bea enfrentó cada desafío con determinación y creatividad. Una de las primeras lecciones que aprendió gracias a Malt fue a dominar las tareas administrativas y burocráticas que conlleva ser autónomo. Aunque no tenía experiencia en estas áreas, Bea comprendió rápidamente la necesidad de mantener un control riguroso sobre la contabilidad, la gestión comercial y otras responsabilidades administrativas.
Además de las tareas administrativas, Bea también tuvo que equilibrar las responsabilidades propias de una diseñadora con las demandas de dirigir un negocio. Desde la creación de diseños innovadores hasta la gestión de relaciones con los clientes y la fidelización de estos, Bea tuvo que desarrollar habilidades multifacéticas para mantener su estudio en marcha.
¿Por qué freelance?
Una de las mayores ventajas para Bea de ser freelance es la capacidad de tele-trabajar, y por ello siempre permite a su equipo marcar sus propios horarios y encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Gracias a sus “mini puentes” como ella los llama y ese enfoque flexible, han demostrado ser claves para mantener la moral del equipo y promover la creatividad.
Sin embargo, no todo ha sido un camino fácil. Bea ha enfrentado múltiples desafíos como la gestión de un equipo, resolver problemas internos y mantener la motivación de sus empleados. Pero con su liderazgo inspirador y su capacidad para encontrar soluciones creativas, ha logrado superar estos obstáculos y seguir adelante con éxito.
En resumen, la historia de Bea Carballo es un recordatorio de que con pasión, determinación y creatividad, cualquier diseñador puede convertir su arte en un próspero negocio digital. Su viaje desde ser diseñadora freelance hasta fundar un exitoso estudio es un claro ejemplo de que el camino hacia el emprendimiento puede ser tan gratificante como desafiante.
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