en un contexto de innovación muy exigente, David Pellegrin, director de negocio digital de Roche Diagnostics France —segunda firma en diagnóstico biológico de Francia—, decide recurrir a expertos freelance para afrontar proyectos de experimentación y concepción de MVP (Producto Mínimo Viable).
David Pellegrin es director de negocio digital en Roche Diagnostics France, la segunda firma en diagnóstico biológico de Francia. También es cocreador de Digital Lab, la incubadora y aceleradora de innovación digital del grupo Roche. Digital Lab permite a los responsables de proyectos internos o externos a Roche pasar de la idea al MVP (Producto Mínimo Viable). Para testear, iterar y prototipar cada producto y cada solución digital antes de su desarrollo completo y su lanzamiento al mercado, David y sus equipos recurren a expertos freelance. Hemos estado con él para que nos cuente los motivos que les han llevado a trabajar con profesionales autónomos, así como el modelo de trabajo con el que llevan colaborando con ellos durante todo el año
A lo largo de todo el año cuento con varios consultores freelance con experiencia en áreas muy diversas: diseño (taller de cocreación, diseño de software, diseño UX, ergonomía), desarrollo web (back y front-office con tecnologías específicas como React JS o Angular), ciberseguridad o incluso gestión de proyectos.
La mayor parte del tiempo, los freelancers colaboran con nosotros durante espacios de tiempo bastante cortos, porque se trata principalmente de proyectos de experimentación y de concepción de los MVP. Recurrimos a ellos en diferentes fases de cada proyecto, en periodos de tres a seis semanas.
En un gran grupo no es sencillo abrir puestos para proyectos de experimentación, porque no son misiones cortoplacistas o porque sus exigencias pueden ser bastante variables. También se debe en gran medida a que una empresa como Roche no se dedica en sí misma a desarrollar software. Contar con empleados a tiempo completo para esta actividad no tendría mucho sentido para nosotros.
Selecciono profesionales freelance séniors con varios años de experiencia. Sus tarifas diarias son más elevadas, pero a la vez son más autónomos. En proyectos de experimentación como los nuestros, necesitamos ir deprisa; las personas con las que trabajamos tienen que integrarse rápido en la cultura de la empresa, los métodos, las herramientas, etcétera.
También preferimos freelancers versátiles, más que especializados en un aspecto concreto. Eso nos permite ajustarnos más rápido en la concepción del MVP. Aunque es algo que puede variar bastante a la hora de afrontar las fases de mantenimiento, por ejemplo.
Damos la misma importancia a la selección de freelancers que al reclutamiento de empleados. Nos fijamos en los mismos criterios de selección: las competencias, las recomendaciones, la experiencia acumulada.
Seleccionamos de tres a cinco freelancers por proyecto. Organizamos con ellos varias entrevistas: un encuentro con una persona de perfil operativo, por ejemplo, un jefe de proyecto; y una conversación con otra de carácter más técnico. Valoramos tanto las competencias técnicas como las habilidades interpersonales. Es importante que el profesional freelance se integre con los equipos y pueda trabajar de forma ágil.
Generalmente, los freelancers con los que colaboramos desempeñan varias tareas para nosotros en distintos momentos del año. Se integran en la compañía, se van y regresan. Así que la adaptabilidad también es una cualidad que buscamos.
Valoramos tanto las competencias técnicas como las habilidades interpersonales. Es importante que el profesional freelance se integre con los equipos y pueda trabajar de forma ágil.
Intentamos ser lo más ágiles que podamos: llamada semanal, sprint planning, sprint review, metodología Scrum. Los freelancers se integran en los equipos Scrum y les damos acceso a las herramientas: Trello para la gestión de tareas y un entorno propio de Roche para manejar y documentar el código. Además, trabajamos con Google Meet.
Pero, antes de iniciar cualquier colaboración, creo que hay que poner énfasis en el marco del proyecto y, sobre todo, hacer las cosas en orden.
Por ejemplo, en el momento en que vayamos a trabajar con un experto freelance:
1/ Definir la necesidad: se trata de una cuestión que preparamos internamente con nuestros equipos antes del proyecto.
2/ Identificar los requisitos del producto en términos de pantallas y de funcionamiento: en mi opinión, nunca se debe empezar a desarrollar nada sin tener una visión muy precisa de a qué se va a parecer y cómo va a funcionar. Para alcanzarla, normalmente organizamos reuniones entre los diseñadores UX y los desarrolladores freelance.
Pero, antes del inicio de cualquier colaboración, creo que hay que poner énfasis en el marco del proyecto y, sobre todo, hacer las cosas en orden.
Lo que aprecio especialmente de los freelancers es su mentalidad, El hecho de que se manejen por su cuenta; de ser sus propios jefes; de trabajar en varios proyectos a la vez; que en ocasiones hayan lanzado sus propias start-ups; o incluso que se hayan involucrado en el sector del voluntariado. Todo eso les convierte en personas que encuentro especialmente realizadas, apasionadas e independientes.
También aprecio la libertad que les caracteriza. Si nos comprometemos con un proyecto, no sé nada del resto de los asuntos en los que trabajan. Mientras la tarea se realice, no me incumbe si están en la playa, en su casa o montando en bicicleta. ¡Son free!
En Roche somos una empresa muy limitada por su mercado y por su área de experiencia, que es el diagnóstico médico. Es un mundo bastante cerrado. Introducir en él a profesionales freelance, que llegan cargados de experiencias diversas, con su dinamismo…, es algo muy beneficioso.
El freelancing es una tendencia de fondo. Se nota. Las generaciones jóvenes no aprecian una dirección ejercida desde arriba hacia abajo, hiperjerarquizada. Necesitan poder moverse; poder crear; poder salir a jugar al fútbol de 15 h a 16 h y volver al trabajo hasta las 22 h. Tienen la necesidad de demostrar sus competencias de una forma distinta; de orientar su carrera de manera diferente. Todo esto responde a una firme expectativa de poder equilibrar la vida privada con la profesional. E, igualmente, a una necesidad más fuerte de libertad e independencia. Es precisamente por eso por lo que me gusta colaborar con freelancers. No me incumbe saber a qué dedican su tiempo ni la cantidad de proyectos en los que están trabajando. Lo que me interesa es que su trabajo sea de calidad y sea entregado a tiempo. Les doy la posibilidad de organizarse como les dé la gana. Si se cuenta con una gestión transversal, orientada a proyectos, recomiendo a cualquier tipo de empresa recurrir a expertos freelance.
